jueves, 22 de abril de 2010

19/04/2010. Muy pocos limícolas para las fechas

Ya trato de dejarlo claro en el título. Estamos en el que debería ser el mejor momento de la migración prenupcial. Todas las provincias del entorno de Burgos están a tope de pájaros y en algunos sitios de esta provincia parece que nos rehuyen.
En mi humilde opinión, en este momento las lagunas de Atapuerca deberían albergar un buen contingente de pájaros en migración pero, creo, hay varios motivos por lo que esto no se cumple. El proyecto en su fase inicial ha sido bueno, pero el abandono comienza a hacer mella en el lugar. Ya no hablo de las puertas rotas de los observatorios o casi toda la valla con brezo caída. No quiero decir nada de la gente que se pasea por el interior del recinto o el estado de los accesos. Voy a ceñirme al tema biológico. Creo que hay dos razones fundamentales por las que este lugar no alberga casi ni una veintena de bichos ligados al agua. Mejor dicho, todo se podría resumir en una, la falta de alimento.
En esta época del año en que los pájaros están realizando grandes jornadas de vuelo necesitan para su reposo, refugio y alimentación, lugares que puedan ofrecerles estas cosas, además de tranquilidad y eso, en Atapuerca, no se cumple. Las zonas acuáticas de interior están explotadas, fundamentalmente, por dos grupos de pájaros (hablo de los exclusivamente ligados al medio acuático), los que se alimentan en las orillas (limícolas fundamentalmente) y los que lo hacen de lo que hay en ella ya sea de origen vegetal o animal (anátidas, ardeidas, láridos y stérnidos). Ahora mismo en estas lagunas no tenemos ninguna de las dos cosas. Las orillas están colmatadas de agua debido a las intensas y constantes lluvias que hemos tenido desde finales de noviembre, lo que hace que haya exceso de agua. Al ser unas lagunas de origen, en parte artificial, hace que no tengan un desague natural que haga salir el agua del excedente. Esto no debería ser un problema, ya que estas láminas de agua tienen diques con compuertas que permitiría dejar salir el agua hasta que obtuviéramos el nivel deseado en cada época del año. El nivel ideal, en este momento, sería el que permitiera tener unas orillas con fango para la alimentación de limícolas. Esto, supongo, permitiría la sedimentación de varias especies de esta familia de aves.
En cuanto a la alimentación en el agua también tenemos déficit. Al no haber peces, nunca será un lugar de congregación para garzas, garcetas, cormoranes o cigüeñas; salvo, quizá, los ejemplares jóvenes en el paso postnupcial que se conformarán con los anfibios nuevos del año, ranas y sapos. Pero para charranes, fumareles, gaviotas, etc, además de los mencionados anteriormente, no hay nada que rascar. Quizá solo puedan aprovecharlo como lugar para una pequeña parada y nada más, nunca sedimentarán. En cuanto a las anátidas, creo que el principal problema es la falta de vegetación palustre en las orillas y las incesantes molestias (esta tarde en la que he estado yo había, al lado del campo de fútbol del fondo, un contingente del ejército acampado de maniobras a menos de 50 metros de la orilla norte de las lagunas)
Esta pasada semana hemos tenido vientos del noreste, los mejores en esta época del año para que se formen tapones de migrantes en lugares como este. Bien, pues después de decidirme a ir con la ilusión por las nubes de encontrarme una tarde bien maja, esto fué lo que saqué:

- Archibebe claro: 2 ejs. adultos en plumaje nupcial. Uno de ellos el de esta foto lejana.

- Chorlitejo grande: 3 ejs. adultos en plumaje nupcial.

- Chorlitejo chico: 1 sola pareja.

- Correlimos menudo: 1 ej. en plumaje aún invernal.

- Correlimos común: 1 ej. adulto en plumaje nupcial, el de la foto testimonial.

También en el agua, un par de decenas de azulones, casi todos machos, pues las hembras estarán incubando. Buen paso de lavandera boyera y de hirundínidos como avión común, avión zapador y golondrina común. En la foto un ejemplar de esta especie, posiblemente un macho por la longitud de sus dos rectrices externas de la cola.

También, un carricerín común en el carrizal del arroyo.
Como véis, poca "jera" para las fechas. Mientras, en provincias limítrofes a la nuestra y sin poseer humedales de importancia sino conformándose con lagunas estacionales pero, eso sí, de origen natural (alguna gestionada con diques también), se están hinchando de ver limícolas (no tanto en cantidad como en variedad), muchas especies de anátidas, cigüeñas negras, gaviotas, garcillas, garcetas, garzas imperiales, aves de carrizal... etc. Esta última semana han tenido tal paso, que si iban dos personas diferentes, una por la mañana y otra por la tarde a una misma laguna, veían cosas distintas. Eso sí que es diversión.